Too many people today experience life as void of purpose. Many find themselves
walking aimlessly and without meaning. Sadly, many view life as simply something to be
endured rather than savored. Pope Benedict would often reflect upon the important role that
the Church has in changing such hearts. The Holy Father had said that “we must find
meaning, if we are to live at all.” Pope Francis too has reinforced this mission of the Church
when he reminded us “to make sure that when one meets you, he or she leaves knowing that
his or her life has meaning to you!” And the truest way that we can assist others in finding
meaning in this world is to introduce that person to Jesus Christ. And, for us to accomplish
this mission, we have to recognize the internet/social communication as one of the
“peripheries” of which Pope Francis speaks, those fringes that we must enter into in order to
invite others to a personal relationship with Jesus Christ.
Many years ago, months after I had purchased my new iPhone, it rang during an
important meeting being run by a bishop. Frustrated, he turned to me and said, “please turn
your phone off!” And like a dutiful priest, I immediately went to do so, when I realized, I had
no idea how to turn it off! After all, why would anyone ever turn off the iPhone? I share this
story merely to highlight that technology and the internet are no longer merely instruments,
they are cultures, cultures that as a church called to the mission of the new evangelization,
we must confront and engage in. Yet, we cannot know how to bring Christ to each person if
we do not understand a culture formed by smart phone devices and the internet. Just a few
specifics: the language proper to them has already changed the very structure of language.
In fact, sometimes it is best not to exceed 140 characters. Language is now more concise and
immediate. Consequently, with language, behaviors have changed. We spend hours in front
of the computer rarely communicating face to face. And there are even new pathologies in
this internet culture that psychologists are trying to analyze and cure. Thus, not only are the
devices continually changing, but so are the very lives of those who use them. Yet, as lives
are changing drastically with each new technological invention, ironically, we become ever
more dependent upon the very way in which the Lord brought people to himself and to his
message. To quote Pope Benedict: “What we need in this time of history are people, who,
through a faith which is enlightened and lived out in practice, make God credible in the
world… Only through people who are touched by God. Can God return to humanity.” God
needs each one of us to help Him return to the hearts of all, especially those shaped by the
digital culture!
Msgr. Geno
El Internet y la Nueva Evangelización
Muchas personas experimentan hoy la vida como carente de propósito. Muchos se
encuentran caminando sin rumbo y sin sentido. Lamentablemente, muchos ven la vida
como algo simplemente para soportar en lugar de saborear. El Papa Benedicto a menudo
reflexionaba sobre el importante papel que tiene la Iglesia en cambiar esos corazones. El
Santo Padre había dicho que "debemos encontrar significado, si queremos vivir". El Papa
Francisco también ha reforzado esta misión de la Iglesia cuando nos recordó: "asegurasen
de que cuando uno se encuentre con él o ella, se vaya sabiendo ¡que sus vidas tienen sentido
para ti!” Y la forma más verdadera de ayudar a otros a encontrar significado en este mundo
es presentarle a esa persona a Jesucristo. Y, para que podamos cumplir esta misión, tenemos
que reconocer que la Internet y/o comunicación social como una de las "periferias" de las
que habla el Papa Francisco, esas franjas en las que debemos entrar para invitar a otros a
una relación personal con Jesucristo.
Hace muchos años, meses después de haber comprado mi nuevo iPhone, sonó
durante una reunión importante dirigida por un obispo. Algo enojado, se volvió hacia mí y
dijo: "¡apaga tu teléfono!". Y como un sacerdote obediente, inmediatamente fui a hacerlo,
cuando me di cuenta, ¡no tenía idea de cómo apagarlo! Después de todo, ¿por qué alguien
apagaría el iPhone? Comparto esta historia simplemente para resaltar que la tecnología e
Internet ya no son simplemente instrumentos, son culturas, culturas que, como Iglesia
llamada a la misión de la nueva evangelización, debemos confrontar y participar. Sin
embargo, no podemos saber cómo llevar a Cristo a cada persona si no entendemos una
cultura formada por dispositivos de teléfonos inteligentes e Internet. Solo algunos detalles:
el lenguaje apropiado para ellos ya ha cambiado la estructura misma del lenguaje. De hecho,
a veces es mejor no superar los 140 caracteres. El lenguaje ahora es más conciso e inmediato.
En consecuencia, con el lenguaje, los comportamientos han cambiado. Pasamos horas frente
a la computadora y rara vez nos comunicamos cara a cara. E incluso hay nuevas patologías
en esta cultura de Internet que los psicólogos están tratando de analizar y curar. Por lo tanto,
no solo los dispositivos cambian continuamente, sino también las vidas de quienes los usan.
Sin embargo, a medida que las vidas cambian drásticamente con cada nueva invención
tecnológica, irónicamente, nos volvemos cada vez más dependientes de la forma en que el
Señor trajo a las personas a sí mismo y a su mensaje. Para citar al Papa Benedicto: "Lo que
necesitamos en este tiempo de la historia son personas que, a través de una fe que está
iluminada y vivida en la práctica, hacen que Dios sea creíble en el mundo ... Solo a través de
personas tocadas por Dios puede Dios volver a humanidad ". ¡Dios necesita que cada uno de
nosotros lo ayudemos a regresar a los corazones de todos, especialmente a aquellos
formados por la cultura digital!
Mons. Geno