¿Que es Adoración?
Es la relación connatural del hombre con Dios, de la creatura inteligente con su Creador. Los hombres y los Ángeles deben adorar a Dios.
En el Cielo, todas las almas bienaventuradas de los Santos y Santos Ángeles, adoran a Dios. Cada vez que adoramos a Dios; nos unimos al Cielo y traemos nuestro pequeño cielo a la tierra.
La adoración es el (*) único culto debido solamente a Dios.
Cuando Satanás pretendió tentarlo a Jesús en el desierto le ofreció todos los reinos, todo el poder de este mundo si Él lo adoraba. Satanás, en su soberbia de locura, pretende la adoración debida a Dios. Jesús le respondió con la Sagrada Escritura:
* “Sólo a Dios adorarás y a El rendirás culto.”
(El Santo Evangelio de Jesucristo según San Lucas 4: 12-13)
En el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica #2628.
La adoración es la primera actitud del hombre que se reconoce criatura ante su Creador. Exalta la grandeza del Señor que nos ha hecho (cf Sal 95, 1-6) y la omnipotencia del Salvador que nos libera del mal. Es la acción de humillar el espíritu ante el “Rey de la gloria" (Salmo 14: 9-10) y el silencio respetuoso en presencia de Dios “siempre [...] mayor" (San Agustín, Enarratio in Psalmum 62: 16). La adoración de Dios tres veces santo y soberanamente amable nos llena de humildad y da seguridad a nuestras súplicas.
¿Que es Adoración en El Santísimo Sacramento del Altar?
La Exposición del Santísimo Sacramento del Altar es la devoción que tiene por objeto la adoración de Jesús Eucarístico. Se fundamenta en la Fe en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía. Es adorar a la Divina Presencia Real de Jesucristo, Dios y hombre verdadero, en la Eucaristía. En la Eucaristía adoramos a Dios en Jesucristo, y Dios es Uno y Trino, porque en Dios no hay divisiones. Jesucristo es Uno con el Padre y el Espíritu Santo. El Culto Eucarístico, ordenado a los cuatro fines del Santo Sacrificio, es culto dirigido al Glorioso Hijo encarnado, que Vive y Reina con el Padre,
en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
La Eucaristía es el mayor tesoro de la Iglesia ofrecido a todos para que todos puedan recibir por ella gracias abundantes y bendiciones.
La Eucaristía es el Sacramento del Sacrificio de Cristo del que hacemos memoria y actualizamos en cada Misa y es también Su Presencia Viva entre nosotros. Adorar es entrar en intima relación con el Señor presente en Cuerpo, Alma y Divinidad en el Santísimo Sacramento del Altar.
Adorar a Jesucristo en el Santísimo Sacramento es la repuesta de fe y de amor hacia Aquel que siendo Dios se hizo hombre, hacia nuestro Salvador que nos ha amado hasta dar Su vida por nosotros, y que sigue amándonos de amor Eterno. Es el reconocimiento de la Misericordia y Majestad del Señor, que eligió el Santísimo Sacramento para quedarse con nosotros hasta el fin del mundo.
El cristiano, adorando a Cristo reconoce que Él es Dios, y el católico adorándolo ante El Santísimo Sacramento confiesa Su Presencia Real y Verdadera y substancial en la Eucaristía. Los católicos que adoran no solo cumplen con un acto sublime de devoción sino que también dan testimonio del tesoro más grande que tiene la Iglesia, el don de Dios mismo, el don que hace el Padre del Hijo, el don de Cristo de si mismo, el don que Vive por el Espíritu: La Eucaristía.
Por tanto, vemos que la adoración no es algo facultativo, optativo, que se puede o no hacer, no es una devoción más, sino es necesaria, es dulce obligación de amor.